El Corvette celebra su 70º aniversario convirtiéndose en un deportivo híbrido con motor V8

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Hace ahora exactamente 70 años desde que Chevrolet presentó en sociedad el primer Corvette, que debutó en el Motorama de Nueva York. Y qué mejor efeméride para presentar el nuevo Chevrolet Corvette E-Ray, el primer Corvette híbrido de la historia, el primero con tracción total y el primero de una electrificación que irá a más.

La electrificación se emplea normalmente para reducir el consumo y las emisiones del vehículo en cuestión. En el Corvette, eso pasa a un segundo plano. La electrificación está pensada para mejorar las prestaciones, aumentar la potencia y, de paso, aumentar también la seguridad en condiciones de baja adherencia gracias a la tracción en las cuatro ruedas.

La potencia del Corvette E-Ray procede de dos motores. El propulsor principal es un motor V8 atmosférico de 6,2 litros de cilindrada (LT2 ‘Small Block’) que genera 502 CV (369 kW) de potencia y 637 Nm de par, y envía su fuerza a las ruedas traseras. El motor de gasolina se complementa con un motor eléctrico situado en el eje delantero, que entrega 163 CV (120 kW) de potencia y 165 Nm de par en las ruedas delanteras. El motor eléctrico se alimenta de una batería de 1,9 kWh que va colocada entre los asientos.

En total, el Corvette E-Ray híbrido tiene 654 CV (481 kW) de potencia combinada, sumando el motor térmico y el eléctrico. Además de ofrecer una sensación casi inmediata de empuje, estas cifras le permiten convertirse en el Corvette de producción más rápido de la historia: hace el 0-96 km/h en 2,5 segundos y sólo necesita 10,5 segundos para recorrer un cuarto de milla.

Modo eléctrico para no despertar al vecino

El Corvette E-Ray utiliza su hibridación para ser más rápido y traccionar mejor. No obstante, se puede mover en modo totalmente eléctrico en ciertas condiciones. La cantidad de asistencia eléctrica es diferente en cada uno de los seis modos de conducción: Tour, Sport, Track, Weather, My Mode y Z-Mode. A estos hay que añadir el modo Stealth (sigilo), que permite la conducción totalmente eléctrica durante un breve periodo de tiempo.

Está diseñado para salir silenciosamente de un vecindario y está limitado a 72 km/h (45 mph). El coche arranca en modo eléctrico, en silencio. El motor de gasolina se activa automáticamente si la velocidad del vehículo supera el límite, si el conductor solicita más potencia o si se agota la batería. 

A todo lo anterior hay que añadir la función Charge+, que maximiza el estado de carga de la batería. La batería, por cierto, se recarga durante la conducción mediante frenada regenerativa o con el motor térmico, pero no se enchufa.

El motor eléctrico también se utiliza para brindar más apoyo al motor térmico cuando funciona sólo con 4 cilindros (tiene desactivación de cilindros para reducir el consumo de combustible).

Por último pero no menos importante, el motor eléctrico es fundamental para tener tracción integral eAWD. En condiciones normales se activa cuando hay pérdidas de adherencia en la carretera, por ejemplo, pero también está pensado para mejorar la tracción en circuito y salir más rápido de las curvas.

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