No habrá problemas de seguridad este domingo en el GP de Arabia, ni el lunes cuando los equipos retornen a casa. Yemen ha anunciado un ‘alto el fuego unilateral’ y ha suspendido todos los ataques contra Arabia Saudí, tanto internos como externos.
Lo anunció el cabeza del Consejo Supremo yemení, Mahdi al-Mesbat en una respuesta al periodista Shuaib M. Almosawa y confirmado por AFP, la agencia francesa de noticias, según se supo antes de comenzar la clasificación.
Los pilotos, los miembros de los equipos y los enviados especiales habrán podido así tranquilizarse y centrarse en la actividad en pista, tras las tensiones provocadas el viernes por el ataque con un misil a unos depósitos petrolíferos de Aramco situados a unos 20 kilómetros del circuito. El negro humo y las llamas eran visibles desde la instalación deportiva.
Recordemos que Arabia, con apoyo de Catar, Baréin, Emiratos Árabes (en los que se incluye Abu Dabi) y otros cinco países, están en guerra en Yemen frente a los hutíes de aquel país, que están apoyados por Irán, tras un golpe de estado. A finales de 2019 hubo un acuerdo de tregua, propiciado por la ONU, pero a mediados de 2020 se reanudaron las hostilidades.
Recordemos que durante el pasado Dakar hubo dos explosiones –una antes de la prueba, que destrozó un coche de asistencia y dejó malherido a su ocupante– que inicialmente fueron considerados hechos aislados pero que el servicio de inteligencia francés consideró probado que se trató de ataques terroristas.
Recordemos que los pilotos estuvieron reunidos el viernes durante más de cuatro horas y sopesaron no participar. Así lo hicieron saber a Stefano Domenicali. Más tarde, los ‘team principal’ de los equipos se reunieron con los pilotos y estos acabaron cediendo a las razones esgrimidas, no sin antes volver a discutirlo entre ellos durante casi una hora, pese a que no confiaban en las seguridades ofrecidas por las autoridades como hacían la FIA y los responsables de los equipos.
