Segunda posición en ambas sesiones de entrenamientos libres para Max Verstappen. El neerlandés ha estado a rebufo de Charles Leclerc en las dos jornadas del viernes, pero las distancias han sido mínimas, especialmente con el neumático medio.
La bandera roja en la segunda sesión provocada por Kevin Magnussen le ha dejado sin poder probar el neumático blando de cara a la clasificación, pero el campeón del mundo se va con buenas sensaciones: «Las sesiones han ido como esperábamos hoy, hemos completado nuestro programa y hemos probado diversos juegos de neumáticos», ha afirmado al término de la jornada de prácticas en Arabia Saudí.
Max vuelve a estar un paso por detrás de Charles Leclerc, quien fue un quebradero de cabeza en Baréin y todo apunta que lo será también en Yeda. Sin embargo, el de Red Bull permanece optimista: «Parece que Ferrari ha sido muy competitivo otra vez, pero tenemos aún mucho trabajo que hacer y tenemos mucho margen de mejora», ha indicado.
El circuito urbano de Yeda ha sido ligeramente modificado con respecto a su cita inaugural de 2021, sobre todo en la localización de las barreras de protección. Verstappen ha valorado esos cambios, en los que dice no notar diferencia: «La pista es muy similar a la del año pasado, las barreras se han movido ligeramente para favorecer la visibilidad, pero no ha tenido un impacto notable», ha apuntado.
Verstappen tiene una espina clavada con el circuito de Yeda. El año pasado rozó la Pole hasta los últimos instantes, cuando apuró demasiado la salida de la última curva, y golpeó la parte trasera de su coche contra las protecciones, que lo dejó en tercera plaza. Quiere redención: «Tengo ganas de que llegue la clasificación, tenemos que mirar a los datos todavía y ver cómo se desarrolla todo mañana», ha comentado para terminar.
