Max Verstappen ha admitido que pensó que sus opciones al título se habían esfumado tras sus abandonos en Baréin y Australia.
El neerlandés empezó la defensa del Campeonato con dos abandonos por problemas mecánicos y llegó a estar a 46 puntos del entonces líder Charles Leclerc.
Pero muchas cosas han cambiado desde entonces, y es que Red Bull no sólo ha demostrado ser el mejor equipo en carrera, sino que Ferrari también ha comenzado a sufrir con la fiabilidad.
Tan es así que ahora mismo Verstappen encabeza el Mundial con 34 puntos de ventaja sobre Leclerc, que ha caído a la tercera posición por detrás del segundo Red Bull, el de Sergio Pérez.
En declaraciones al Talking Bull, el podcast oficial del equipo Red Bull, el campeón en título confiesa que pensó que esto no sería posible.
«Cuando no ha empezado la temporada y todavía no has hecho ninguna carrera, no lo sabes… Puede que tengas un buen coche o puede que no».
«Luego pareció que nuestro coche era competitivo y que podíamos estar en la pelea por el Campeonato, pero tras retirarme dos veces y estar a 46 puntos pensé que esto se había acabado y que no iba a ocurrir, o que al menos costaría mucho tiempo remontar».
Verstappen constata que le han dado la vuelta a la situación “en tres carreras».
«Es bastante satisfactorio, pero obviamente somos conscientes de que todo puede cambiar muy rápido y tenemos que permanecer alerta».
«Tenemos que centrarnos de verdad en no volver a abandonar, porque los dos abandonos que hemos tenido ya son demasiados».
Todo parece indicar que el GP de Canadá será otra buena carrera para Max Verstappen, que ayer supo que Charles Leclerc penalizará diez posiciones en la parrilla de salida por reemplazar la centralita de la unidad de potencia.
Con Leclerc fuera de la ecuación, la pelea por la victoria se acota a tan sólo tres pilotos: el mismo Verstappen, un Carlos Sainz que tendrá que erigirse en la punta de lanza de Ferrari y un Checo Pérez que ayer no acabó de sentirse cómodo en Montreal.
