Todas las entradas vendidas y máxima expectación para el GP de España de Fórmula 1, que desde el Circuit de Barcelona-Catalunya esperan que sea una fiesta como no se ve en años. Y esta vez además con más presencia de la afición local, que todo hace pensar que será mucho más presente que en las últimas temporadas.
La carrera de Montmeló había atraído antes de la pandemia a decenas de miles de aficionados del extranjero, en detrimento de un público nacional que había ido a menos. Pero ahora en el Circuit explican que los aficionados españoles son los responsables del 70% de ventas efectuadas a través de su página web, hecho que les hace ser más optimistas. No disponen sin embargo de los fans que vendrán con tour operadores.
Los prolegómenos del Gran Premio comenzaron formalmente este miércoles por la tarde con la tradicional presentación de la carrera a los medios de comunicación. En esta ocasión se celebró en el parque de atracciones del Tibidabo con la ciudad de Barcelona como telón de fondo y un respaldo unánime de la clase política que parecía una utopía en un pasado no muy lejano.
La de 2022 es la primera de las cinco pruebas previstas en el último contrato del Circuit, que se extiende hasta el año 2026 y que inaugura un periodo de estabilidad que en Montmeló quieren aprovechar para efectuar una renovación profunda de las instalaciones. Para este Gran Premio, el nuevo paddock ya será una realidad, al igual que un vistoso podio con cinco metros de voladizo y una pantalla digital de 45 metros cuadrados.
Con todo, la Generalitat de Catalunya cifra en 163 millones de euros el impacto económico del GP de España y estima que el espectador medio se gastará 1.008 euros durante los días que dure el evento. Circunscrito a la ciudad de Barcelona, el gasto previsto por la afición es de unos 28 millones de euros en concepto de hostelería, ocio y restauración.
En un intento por acercar la Fórmula 1 a la población local, el Circuit tendrá una instalación temporal gratuita en el Port Vell de Barcelona entre los días 13 y 21 de mayo. Incluirá una exposición temporal, simuladores, un circuito de slot y un Arrows A20 que Pedro de la Rosa pilotó en la temporada 1999 del Mundial. Los aficionados podrán practicar pit-stops cortesía de los técnicos de Monlau Competición.
Desde Montmeló, atribuyen el incremento del interés por la Fórmula 1 a varios factores: el duelo frenético entre Max Verstappen y Lewis Hamilton por el título de campeón de 2020, el éxito del documental ‘Drive To Survive’ de Netflix y la presencia de dos pilotos españoles como Carlos Sainz y Fernando Alonso en Ferrari y Alpine.
«Un ‘sold out’ es muy buena noticia», explicaba el director del trazado, José Luis Santamaría. «Hemos estado trabajando para ampliar la capacidad de algunas tribunas. Dijimos que no las haríamos tan grandes para que no se vieran vacías, pero las hemos vuelto a hacer grandes. Aún quedan entradas, porque hemos estado rascando para poner a la venta las entradas de visión un poco más reducida a un precio muy especial y esperamos liquidarlas muy rápidamente».
«Antes íbamos año a año y eso no nos daba margen de mirar más allá», añadió el presidente del Circuit, el conseller Roger Torrent. «Ahora lo tenemos y lo queremos aprovechar para hacer en paralelo una transformación de la infraestructura que creemos que será imprescindible. Nos tiene que vincular aún más a la sostenibilidad y la digitalización. El Circuit no puede estar aislado de estos grandes cambios que vive nuestra sociedad y queremos ser protagonistas».
EL NUEVO PODIO, GRAN ATRACTIVO DE 2022
El Circuit de Barcelona-Catalunya lleva meses en obras como parte de un proceso de renovación enmarcado en el trigésimo aniversario de la instalación y la tranquilidad que brinda el saberse parte del Mundial de Fórmula 1 hasta la temporada 2026.
Las obras más vistosas están en el paddock, que se ha renovado por completo para hacer la vida más fácil a los equipos que visiten el trazado. Y también en algunos puntos concretos el trazado, como la curva 4, que ha ganado una escapatoria más profunda.
Pero hay una mejora que todos los aficionados podrán ver a simple vista: el nuevo podio. Se suspenderá sobre el Pit-Lane con un voladizo de cinco metros y tendrá una pantalla digital de 45 metros cuadrados, y promete ser uno de los puntos más simbólicos de la renovada fuerza del Circuit.
Otro frente distinto pero que sí repercutirá directamente en el aficionado de tribuna o de pelouse es el de la restauración, porque desde Montmeló aseguran que este año han dado un salto cualitativo en este campo, diversificando la oferta para que «la gente pueda disfrutar de algo más que un bocata, unas patatas y un refresco», en palabras de José Luis Santamaría.
«Este año inauguramos cinco nuevas áreas de restauración, que era una de las cosas que teníamos que mejorar. Ofrecemos esos cinco puntos con diferentes tipos de comida, con menús más económicos y asequibles. Es una de las cosas que poco a poco tenemos que ir mejorando e incrementando, y algún día tendremos que tematizar esas cinco áreas».
