Red Bull ha comenzado las pruebas en el banco del motor que prepara para 2026, año en el que entrará en vigor un reglamento técnico nuevo que concierne no sólo al chasis sino también a los motores.
Lo ha dicho el Dr. Helmut Marko en Hungaroring, donde no quiso comentar la filtración de ayer sobre el acuerdo entre Porsche y Red Bull por el que la marca automovilista alemana tomaría el 50% de Red Bull Technologies, el ‘brazo’ tecnológico de Red Bull donde se diseñan los Fórmula 1.
No se trata de un propulsor completo, sino de una versión monocilíndrica –presumiblemente de unos 266 centímetros cúbicos– que sirve para estudiar la forma de la cámara de combustión sin tener que construir un motor completo. Es un ‘truco’ habitual, por no decir obligado, y en ocasiones, al menos para motores ‘de serie’, incluso se emplean ‘paredes trasparentes para observar directamente la combustión’.
Recordemos que, cuando Honda anunció que se retiraba de la F1, Red Bull informó de la creación de Red Bull Power Trains, que debería fabricar y mantener los motores de F1, gracias a un ‘traspaso’ de propiedad intelectual de los mismos por parte de Honda, y asumió un buen número de técnicos, muchos de los que llegaban de Mercedes.
Unos planes que después se modificaron y Honda continuará fabricando en Japón los motores para Red Bull y AlphaTauri hasta final de las reglas actuales.
«Este proyecto es el bebé de Cristian Horner. Es algo increíble por parte de nuestros ténicos de motores en Gran Bretaña», que sólo pudieron comenzar a trabajar en las instalaciones nuevas hace pocos meses.
Todo indica que el motor térmico de Porsche que usará Red Bull puede fabricarlo y mantenerlo Red Bull Power Trains, que también quedaría bajo el paraguas conjunto de Porsche y Red Bull. Las dos partes saldrían ganando y la parte eléctrica sería responsabilidad exclusiva de Porsche y de su centro técnico de Weisbach.
