La Fórmula 1 llega a Hungría para celebrar la última cita de la temporada antes del parón de verano. Tradicionalmente, el Gran Premio de Hungría se ha carecterizado por el calor, por ello Pirelli ha optado por llevar su gama media, aunque cabe destacar que se esperan lluvias este fin de semana.
Pirelli llevará a Hungaroring su gama media de neumáticos: C2, C3 y C4 —duro, blando y medio-, para hacer frente a las características del trazado húngaro. El circuito no es especialmente enérgico y las exigencias de los neumáticos se centrán más en la tracción que en la frenada.
Esta es la primera vez que los nuevos monoplazas y neumáticos pisen el asfalto de Hungaroring y Mario Isola, máximo responsable de Pirelli en Fórmula 1, confía en que haya un gran espéctaulo.
«La nueva generación de coches y neumáticos debería ser divertida en esta pista», ha explicado el italiano.
«En el pasado, Hungaroring ha sido conocido como un lugar en el que es difícil adelantar, pero el nuevo paquete ayuda a los pilotos a estar mucho más cerca y hemos visto algunas carreras con muchos adelantamientos. Esperemos que también sea así en Hungaroring, un circuito estrecho y revirado en el que los coches suelen estar agrupados«, ha apuntado.
Otro de los aspectos clave del Gran Premio de Hungría será la meterología. En el pasado, se han disputado carreras con elevadas temperaturas, aunque en las dos últimas ediciones la lluvia ha sido la protagonista.
«Hungría es conocida por ser muy calurosa, pero ha llovido los dos últimos años allí, así que la moraleja es no sacar nunca conclusiones precipitadas. Hemos visto algunas sorpresas en Hungaroring y este año podría darse el caso», ha detallado para cerrar.
