El pasado domingo saltaron todas las alarmas en Arabia Saudí tras el ataque con misiles y drones a la petrolera Aramco por parte de Yemen. Los medios locales también han informado de que el país ha interceptado un «objetivo aéreo hostil» que se dirigía a la ciudad de Yeda, que este fin de semana acogerá a la Fórmula 1.
Después del inicio de temporada en Baréin, Arabia Saudí acogerá este fin de semana su segunda carrera de Fórmula 1 en apenas tres meses. La invasión rusa a Ucrania ha salpicado al deporte en las últimas semanas, pero ahora se enfrentan a un nuevo conflicto político que pone el jaque el Gran Premio de Arabia Saudí.
Ayer, los rebeldes hutíes de Yemen atacaron con misiles y drones las instalaciones de la petrolera Aramco de la región de Jizan, según ha informado la agencia de noticias Reuters. Además de ser uno de los gigantes del país, también es el patrocinador global de la Fórmula 1 y patrocinador principal del equipo Aston Martin.
Éste no ha sido el único ataque que Arabia Saudí ha recibido. Lo que más preocupa es el «objetivo aéreo hostil» que se dirigía a la ciudad de Yeda y que ha sido interceptado por el gobierno saudí, según ha reportado el medio local Al Arabiya English.
En las últimas horas también «se han destruido 106 barcos cargados de explosivos que representaban una amenaza para la libertad de navegación en el sur del mar Rojo». Las Fuerzas de Defensa Aérea de Arabia Saudí han interceptado y destruido nueve drones.
Estos acontecimientos ponen en alerta a la Fórmula 1 a sólo unos días de disputar su segunda carrera de la temporada en el circuito de Yeda. Parece poco probable que implique la cancelación del Gran Premio, pues hay muchos intereses puestos en su celebración.
Tampoco es el primer contratiempo de este tipo que sufre el automovilismo en el país. En febrero de 2021, el ejercito de Arabia Saudí interceptó varios misiles que iban dirigidos a la ciudad de Diriyah mientras se estaba disputando la primera carrera de la temporada de Fórmula E.
