Marcas aman el show de la F1 en Estados Unidos, fans se dividen

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Mientras que a algunos les encanta la forma en la que la Fórmula 1 se está intentando expandir a sus nuevos seguidores, otros no están tan contentos con la dirección que han tomado, puesto que creen que los responsables de la categoría corren el riesgo de ignorar la calidad de las carreras, que es fundamental para mantener el interés de los aficionados acérrimos.

Si bien es posible que no se llegue a un consenso, hay algo que ha quedado muy claro en los últimos meses, y es que las empresas estadounidenses están enamoradas de la Fórmula 1. Un informe reciente de F1 Spomotion Analytics reveló que tienen un porcentaje de compañías de ese país más alto que nunca.

La temporada 2022 marcó la primera vez que el Gran Circo contaba con más de cien empresas de Estados Unidos en su lista de patrocinadores en la parrilla, más del doble que las 44 que ya estaban cuando Liberty Media se hizo con la propiedad del campeonato en 2017. Sin embargo, eso se redujo durante el invierno, puesto que algunas no renovaron.

En el comienzo de la actual campaña, faltaban dos para ese centenar, pero un acuerdo entre Ferrari y DXC Technology, que se anunció poco antes del Gran Premio de Miami, significó que ere número, sumados al resto de contratos que llegaron, incrementaba el número hasta 105, además de que el Gran Premio de Las Vegas de final de año se traducirá en que más se acercarán al pitlane.

Aunque la cifra de tres dígitos es muy alta, lo que es más significativo es cómo ha cambiado el equilibrio de poder entre América y Europa, puesto que ya hay más socios estadounidense que del Viejo Contienente.

En palabras de uno de los trabajadores que realizaron el estudio, Björn Stenbacka: «El hecho es que el equilibrio entre Estados Unidos y los cinco principales mercados europeos [Reino Unido, Italia, Suiza, Alemania y Francia], ha cambiado. Hay 104 patrocinadores oficiales de equipos, lo que significa que la balanza se ha inclinado hacia los estadounidenses.

Mientras que las compañías norteamericanas están en su punto álgido, el número de socios europeos ha disminuido, como pasó con Alemania después de la salida de Mick Schumacher de Haas, con tres empresas germanas despidiéndose de la máxima categoría del automovilismo.

En cuanto a la presencia de patrocinadores de Estados Unidos, McLaren ocupa la primera posición con 25, aunque Red Bull también está dando grandes pasos al duplicar el número de interesados en los de Milton Keynes, un total de 18, y en tan solo dos años.

El valor que la Fórmula 1 conceder a las grandes empresas estadounidenses quedó patente en el pasado Gran Premio de Miami, cuando el honor de ondear la bandera a cuadros no recayó en una de las muchas celebridades, sino que lo hizo el presidente de Hard Rock, Jim Allen. Su compañía está muy involucrada en el campeonato a través de Red Bull, además de que es socio del estadio de la ciudad de Florida y del nuevo Gran Premio de Las Vegas.

Allen declaró a Motorsport.com que la Fórmula 1 se ha transformado en Estados Unidos y habló sobre el éxito de las carreras en el país: «Somos muy respetuosos con la IndyCar y la NASCAR, pero obviamente, esto es otro nivel, nos sentimos muy honrados de participar. Creo que cuando tienes esas grandes ciudades como Miami o Las Vegas, que son destinos internacionales, es la fórmula del éxito, espero que no diluyan el producto en Estados Unidos, porque aquí hay muchas ciudades estupendas que podrían beneficiarse de ello».

Mientras que la Fórmula 1 intenta trazar su camino para mantener contentos tanto a los aficionados ocasiones como a los incondicionales, Allen afirmó que lo fundamental para empresas como la suya es el entretenimiento: «En cualquier acontecimiento deportivo, además del deporte en sí y en la competición, creo que es necesario el factor del entretenimiento».

«Francamente, cuando nos asociamos con Stephen Ross para el Hard Rock Stadium, esa fue la conversación. No queremos ser solo fútbol, queremos ser un destino de entretenimiento, por eso nos sentimos tan honrados de que Stephen [Ross] y yo hayamos podido llegar a un acuerdo, tenemos todo, desde fútbol a conciertos, pasando por tenis y carreras de Fórmula 1, así que es muy emocionante, es una asociación estupenda».

Los números respaldan lo que dice Allen, ya que el interés de las empresas estadounidenses por lo que la Fórmula 1 está desplegando ahora mismo está a un nivel nunca visto.

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