Los pilotos de Fórmula 1 abandonaron ayer el trazado de Yeda de madrugada y tras cuatro horas de reunión, sin efectuar declaración alguna y sólo admitir que el Gran Premio seguiría como estaba previsto pese al ataque con misiles a una instalación de Aramco, a unos 20 kilómetros de distancia.
Esta mañana, los pilotos han hablado de forma colectiva a través de un comunicado de la GPDA que Alex Wurz, uno de los directores de la asociación, ha publicado en las redes sociales.
«Ayer fue un día difícil para la Fórmula 1 y un día estresante para los pilotos de Fórmula 1», reza el texto.
«Quizá sea difícil de comprender si nunca has conducido un coche de Fórmula 1 en esta pista de Yeda, tan rápida y difícil, pero con el humo del incidente fue difícil mantener la concentración como pilotos y dejar al lado las naturales preocupaciones humanas».
«En consecuencia, nos embarcamos en largas conversaciones entre nosotros, con nuestros jefes de equipo y con las personas que dirigen nuestro deporte. Se compartieron muchas opiniones y se debatió, y, tras escuchar no sólo a los poderes de la Fórmula 1 sino también a los ministros del Gobierno saudí, que explicaron cómo estaban llevando al máximo las medidas de seguridad, el resultado es la decisión de que hoy queremos entrenar y hacer la clasificación, y mañana correr».
«Esperamos pues que el Gran Premio de Arabia Saudí de 2022 se recuerde como una buena carrera y que no sea por el incidente que tuvo lugar ayer».
Algunas fuentes señalan que los pilotos no querían, en su mayoría, correr. Y que los más interesados en no hacerlo podrían ser aquellos cuyos coches tienen deficiencias en proceso de solución.
Pero sobre todo hacen hincapié en los problemas legales a los que pilotos y la Fórmula 1 se enfrentaría en caso de cancelar la prueba. Esto puede hacerse por causa de fuerza mayor, pero la posición del gobierno saudí de que todo estaba bajo control y que el objetivo de los ataques no era el Gran Premio sino los grandes centros industriales y petroleros, las fuentes de la economía saudí, hacía difícil activar esta cláusula.
Los pilotos estaban ligados a sus contratos con los equipos. Algunos de estos y la propia Fórmula 1 también por sus contratos no sólo con los promotores del Gran Premio sino con grandes empresas, no en vano –por ejemplo– Aramco es patrocinadora de la Fórmula 1 y también del equipo Aston Martin, mientras que otras empresas e incluso marcas tienen a fondos soberanos de la región entre sus accionistas de referencia. Existía también incertidumbre de como los pilotos podrían dejar Arabia, con el espacio aéreo del país cerrado.
Muchos otros rumores, interrogantes en algunos casos, circulaban en el paddock. Desde que las defensas saudís habían neutralizado otro misil y varios drones a que los pilotos podrían verse negada la salida del país si no corrían. También que éstos habrían recibido advertencia de no hablar de la guerra con Yemen y otros temas que incomodan a los saudís.
«La Fórmula 1 y la FIA pueden confirmar que, después de hablarlo con todos los equipos y los pilotos, el Gran Premio de Arabia Saudí seguirá adelante según lo previsto», reza el texto.
«Después del conocido incidente que ocurrió este viernes en Yeda, se ha hablado largo y tendido con todas las partes, con las autoridades del Gobierno saudí y las agencias de seguridad, que han asegurado por completo y detalladamente que el evento es seguro».
«Se ha acordado con todas las partes mantener un diálogo abierto y claro durante el evento y de cara al futuro».
