Este jueves es el último día de trabajo en el circuito de Fiorano para los hombres del Cavallino. Esta vez le toca al monegasco Charles Leclerc ponerse al volante del SF21, el monoplaza de la temporada 2021, para empezar a sacudirse el «óxido» acumulado durante el invierno europeo tras el cierre del campeonato 2022 en noviembre pasado en Abu Dhabi.
La actividad arrancó el martes con Robert Shwartzman, uno de los pilotos de reserva del equipo, llevando adelante la primera jornada, antes de cederle el volante el miércoles a Carlos Sainz, siempre del SF21.
Para Leclerc, ésta será su primera vez en un monoplaza de Fórmula 1 este año, lo que le sirve para comenzar a ponerse en marcha de cara a las pruebas de pretemporada que tendrán lugar en Bahréin del 23 al 25 de febrero.
Quizá, si hay tiempo libre, también sea una oportunidad para ir a saludar a los aficionados que sin duda se reunirán en las afueras del circuito, tal como sucedió ayer con Sainz.
Habrá que ver si Leclerc tiene más suerte que su compañero de equipo, que ayer por la mañana tuvo que lidiar con una pista mojada, pero que por la tarde logró resarcirse, completando 354 kilómetros, una distancia superior a la de un Gran Premio de Fórmula 1.
Ausente de esta prueba ha estado el otro piloto de reserva de la escudería Ferrari, Antonio Giovinazzi, quien se encuentra ocupado en Sebring con las pruebas de desarrollo del 499P, el Hypercar con el que la casa de Maranello volverá a enfrentarse a las 24 Horas de Le Mans.
De cara a la temporada 2023 de Fórmula 1, Ferrari tiene previsto llevar adelante la presentación de su nuevo monoplaza, que de momento lleva el nombre de proyecto 675, el próximo 14 de febrero, lo que marcará la oportunidad además de ver a Frederic Vasseur, nuevo jefe del equipo que entró oficialmente en funciones el pasado 9 de enero.
