Las razones detrás del sufrimiento de Ricciardo en McLaren F1

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Su sensacional victoria en Monza en 2021, que fue la primera que se apuntó McLaren en casi nueve años, fue un recordatorio del innegable talento de Daniel Ricciardo. Sin embargo, también quedará marcada como un resultado atípico de su etapa en Woking, salvo que logre sacarse de la manga alguna actuación heroica en la segunda mitad de la temporada.

Pocos pensaron que las cosas acabarían así. La llegada de Ricciardo para el 2021 fue vista como un golpe de efecto para McLaren, que arrebató al australiano de las manos de Enstone en una maniobra que parece que se repetirá con Oscar Piastri.

Los problemas de Ricciardo durante la pasada campaña se achacaron a la aclimatación a una nueva filosofía de coche, que se fue limando poco a poco y que le llevó a la victoria en Monza. Parecía claro que estaba preparado para el segundo curso con McLaren.

No obstante, los baches en su camino no solo continuaron, sino que se profundizaron. Después de 13 carreras en 2021, Ricciardo tenía 56 puntos y había acabado nueve carreras en el top 10. ¿Su botín de este año? Tan solo 19 puntos, conseguidos en cinco carreras, y tres de los cuales se deben al sexto puesto en el sprint de Imola.

Entonces, ¿por qué ha tenido Ricciardo tantos problemas con los coches de Fórmula 1 de McLaren en los dos últimos años?

Lo más importante es tener en cuenta que, si bien el reglamento de 2022 puede haber liderado una reforma técnica para la F1, no ha erradicado muchas de las características del coche de McLaren que lo hicieron tan difícil de conducir la temporada pasada. El MCL36, al igual que el MCL35M, destaca en las curvas de alta velocidad, pero tiene más dificultades cuando se trata de enfrentarse a las de media velocidad.

Al final del año pasado, el director técnico de McLaren, James Key, habló de su deseo de atacar los puntos débiles y «dar cuenta de ellos con una hoja de papel en blanco», asegurando que no había «comportamientos heredados en un coche nuevo como ese». Pero Ricciardo acabó enfrentándose a las mismas dificultades con el nuevo monoplaza.

«La normativa hace que el coche se sienta diferente, pero el ADN sigue siendo muy similar», explicó Ricciardo a sobreruedas.news en una entrevista antes del receso de verano de la F1, previa a que se pusieran en marcha los planes para su sustitución por Piastri.

«Algunas de las cosas del año pasado con las que tuve problemas, siguen estando en este monoplaza. Es algo que creo que estamos empezando a entender mejor lo que es. Porque, obviamente, he intentado describirlo, pero para entender realmente si es la aerodinámica, si es la geometría, como… ¿sabes lo que quiero decir? Estamos empezando a entender mejor lo que es, y Lando [Norris] también se queja de ello. Creo que simplemente está acostumbrado».

Lando Norris se llevará las manos a la cabeza y admitirá que está en una situación similar con las peculiaridades del monoplaza de McLaren de este año.

«El coche que tengo ahora no es en absoluto el que quiero para mi estilo de conducción, y es muy inadecuado para mí», dijo a sobreruedas.news durante el fin de semana de Hungría. «No es algo malo, simplemente es lo que es, y tienes que adaptarte a ello».

«Por eso siento que he hecho un trabajo razonable este año, adaptándome a algo que no es exactamente lo que quiero o me gusta». Añadió entre risas que le sorprendía haber conseguido terminar en el podio en Imola, dadas las limitaciones del coche.

Eso resalta la gran diferencia entre Norris y Ricciardo este año. Mientras que el británico ha sido capaz de adaptarse y trabajar en torno a las características del MCL36, el australiano ha tenido dificultades para hacerlo de la misma manera que su compañero.

Ricciardo siempre ha sido un piloto que se ha beneficiado de tener confianza total en su coche, lo que le ha permitido ser agresivo y hacer lo que quisiera con él. Los McLaren de los dos últimos años no le han dado la oportunidad de hacerlo.

Ricciardo explicó que este año han surgido nuevos problemas con el coche que han han hecho las veces de contratiempos: «Algunas de las, llamémoslas luchas o dificultades, las arrastras, y luego puede haber algunas cosas nuevas en las que estás como, ¡maldita sea, OK!».

«Simplemente se basa en las sensaciones. Supongo que todavía es difícil de entender y de conseguir consistencia en una carrera. Mi variación de tiempo de vuelta puede ser bastante grande, y eso no es muy característico».

«Eso destaca en cierta forma los sitios donde me pilla desprevenido o algo, y estoy como ‘oh, mierda, no esperaba que el coche hiciera eso en esa curva’. Todavía es un poco difícil de leer, supongo, usando un término simple».

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