Alex Wurz recuerda que la regla antijoyas está por algo, pero cree que la FIA debería haber obligado a respetar la norma de una forma que creara menos oposición.
Lewis Hamilton lleva años corriendo con piercings, lo que ha llevado a la FIA a recordar que no puede hacerlo y le ha dado un periodo de dos carreras para desprenderse de estos elementos. Aunque la Federación ha dado un ultimátum a Lewis, el piloto se ha negado a desprenderse de sus pendientes.
Alex Wurz, muy preocupado por la seguridad de los pilotos como presidente de la GPDA, recuerda que la regla se creó con las mejores intenciones, pero duda que el proceder de la FIA haya sido el correcto para afrontar la situación.
«Necesitamos trabajar juntos. Es una regla que existe por algo. Probablemente me hubiera gustado un enfoque ligeramente diferente para enviar ese mensaje. No quiero acabar en algo como el fútbol, donde hay más manos en el aire y abuso verbal… hay que trabajar de forma conjunta. Es un estilo que hubiera preferido en ese caso», ha comentado Wurz en declaraciones a Sky F1.
Tanto la normativa antijoyas como la obligación de usar ropa interior ignífuga llevan años en las reglas, pero la FIA no se ha puesto seria con este tema hasta ahora. Esto, además de la ‘rebelión’ de Hamilton, hizo que Sebastian Vettel se paseara por el paddock con los calzoncillos por fuera del mono a modo de protesta.
Wurz recuerda que estas reglas no son ‘moco de pavo’ y que él lo aprendió bien cuando de pequeño asistió a una charla del expiloto danés Kris Nissen, que tuvo un accidente terrorífico en Fuji en 1988.
«Mostró su cuerpo y dijo ‘Mira esto’. Para él lo más doloroso tras el fuego, y no fue un incendio largo, fue la goma de sus calzoncillos normales que se quemó en la piel. Dijo que fueron años de agonía y dolor. Eso me concienció. En este momento me digo que no quiero sufrir las consecuencias sólo por no quitarme mis calzoncillos y por ponerme los ignífugos. Pasa lo mismo con las joyas», ha añadido Wurz para cerrar.
