La FIA controlará la legalidad de los autos con un sistema de escaneo láser

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La FIA utilizará un nuevo sistema de escaneo láser para verificar los monoplazas durante un fin de semana de carrera. Los equipos deberán enviar los datos de sus coches y el organismo que rige el deporte de motor podrá comprobar que encajan con la realidad en cualquier momento. Para ello, realizarán varios chequeos rápidos y una verificación más extensa a uno o dos equipos, elegidos de forma aleatoria, durante el Gran Premio.

El nuevo reglamento introduce importantes cambios aerodinámicos y el regreso del efecto suelo. Por eso, la FIA quiere asegurarse de que todos los equipos cumplen con la normativa a través de un nuevo sistema de escaneo láser que ya probaron durante la pretemporada.

Los equipos están obligados a enviar a la Federación sus datos CAD. En cualquier momento del Gran Premio, la FIA podrá comprobar que los datos enviados se corresponden con los del monoplaza que está sobre la pista. Además, para garantizar que todos cumplen con las normas, las verificaciones se realizarán de forma aleatoria y sin previo aviso.

«Las regulaciones aerodinámicas se han vuelto mucho más complejas. Hay muchas más regulaciones que determinan la geometría permitida. Por eso, necesitamos mejorar el juego con las verificaciones, por lo que hemos optado por un sistema completamente electrónico de última generación», ha afirmado Nikolas Tombazis, director de Asuntos Técnicos de Monoplazas de la FIA, al portal web estaodounidense Motorsport.com.

«Revisamos los coches en un ordenador para asegurarnos de que cumplen con todas las restricciones geométricas, y lo hemos hecho con todos los equipos. Después, comparamos el coche físico con el modelo del ordenador escaneando el coche y ese es el proceso que estamos utilizando ahora«, ha añadido.

La FIA tiene varias maneras de utilizar su nuevo sistema láser, aunque habrá algunos procedimientos que se sigan realizando en el garaje. Por ejemplo, para las pruebas que controlan la flexión del ala, el fondo plano o la apertura del DRS, los equipos deberán acudir al box de la FIA, como hasta ahora.

«El sistema consiste en una vía que detecta la posición de un dispositivo sostenido por uno de nuestros escrutadores. O escaneamos la superficie colocando un sensor sobre la superficie o verificamos puntos específicos en el coche que luego se comparan con el CAD, en las coordenadas, y en base a esas medidas podemos sacar las conclusiones finales», ha explicado.

La intención de la Federación, según Tombazis, es «hacer escaneos rápidos de forma eventual en todos los coches durante un fin de semana de carrera». Se realizarán comprobaciones rápidas a todos los equipos y luego un par de escuderías serán objeto de un análisis mucho más profundo.

«Tenemos dos comprobaciones: una rápida en la que analizamos los parámetros básicos como el ancho, alto, nos aseguramos de el coche no esté demasiado bajo, etc. Luego tenemos una comprobación más detallada en la que escaneamos toda la superficie del coche, que lleva un poco más de tiempo», ha añadido Nikolas.

Lo que permitirá comprobar realmente si los equipos cumplen con el reglamento es que no recibirán ninguna notificación cuando la FIA revise sus coches. Eso sí, si en algún momento dudan de la legalidad de algún coche o reciben una protesta, revisarán con detenimiento a ese equipo para emitir una decisión.

«Los escaneos más detallados se harán de una forma aleatoria, probablemente en un par de coches por carrera y eso significa que el equipo o los equipos seleccionados no sabrán que van a ser escaneados, lo que promoverá el cumplimiento«, ha recordado Tombazis.

«Por supuesto, si un coche es objeto de una protesta, si tenemos serias preocupaciones sobre la legalidad de un coche o un competidor tiene inquietudes, podemos elegir individualmente un coche para escanearlo con el fin de obtener la información necesaria para emitir una conclusión», ha añadido.

La FIA reconoce que todavía están «aprendiendo sobre el proceso, sobre todo en un entorno de fin de semana de carrera». Las pruebas funcionaron bien en los test de Baréin, pero ahora queda por ver su efectividad en un ambiente de máxima tensión. 

«Hasta ahora, el sistema ha estado funcionando bastante bien. Todavía queda mucho por aprender, pero es un paso en la dirección adecuada para mejorar aún más nuestra capacidad en la pista», ha señalado Tombazis para cerrar.

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