La FIA, tras la última reunión del Consejo Mundial de los Deportes de Motor, ha aprobado una serie de mejoras en términos de seguridad para los monoplazas de Fórmula 1.
Son cambios que se van a introducir en los coches de la próxima temporada, y estos tienen a los espejos retrovisores y al ‘roll hoop’ –arco antivuelco– como protagonistas.
En el caso de los retrovisores, la FIA no ha ocultado en las últimas semanas su deseo de mejorar la visibilidad y no han sido pocos los equipos que han probado unos espejos más grandes en los últimos Grandes Premios.
Por otro lado, el arco antivuelco estaba en el ojo del huracán tras el accidente de Guanyu Zhou en Silverstone. La FIA ya ha aprobado cambios de cara a la próxima campaña.
«Se han realizado una serie de mejoras de seguridad en el Reglamento de Fórmula 1. Para el Reglamento Técnico de F1 de 2023, se incluye un aumento en el tamaño de los espejos para una mejor visibilidad del ‘punto ciego’ y una mejora en la definición del circuito de frenada», reza el comunicado de la FIA.
«Se han realizado mejoras adicionales a las regulaciones sobre el arco antivuelco, que fue fortalecido tras una investigación de la FIA sobre el accidente que involucró a Zhou Guanyu en el Gran Premio de Gran Bretaña», agregan desde la Federación.
Además, la FIA ha destacado que el reglamento de este año ha sido actualizado en relación al «procedimiento para determinar las posiciones en la parrilla después de que se hayan aplicado múltiples sanciones».
En cuanto al incidente del GP de Japón, la FIA ha llevado a cabo un minucioso análisis y ha identificado «problemas de procedimiento que se corregirán a corto y medio plazo». Los resultados de la investigación se harán públicos «en los próximos días».
