El Circuit de Barcelona-Catalunya volvió a abarrotarse de espectadores, acercándose al récord histórico de 2007, el año en el que Fernando Alonso, con dos títulos en el bolsillo, fichó por McLaren.
Hace ahora 15 años, la cifra de espectadores en la jornada del domingo superó los 140.707 y este año han sido 121.667. Mientras el sábado, se superaron los 95.000 asistentes.
Dos puntos clave para lograr esta presencia masiva de aficionados:
- El primero, había ‘mono’ de Gran Premio tras dos años de carrera a puerta cerrada o con presencia apenas testimonial.
- El segundo es doble: dos españoles con tirón y posibilidades.
De una parte, la presencia de Carlos Sainz y Fernando Alonso. El madrileño, piloto de Ferrari, era claro aspirante al podio, incluso a la victoria y atrajó la atención de los aficionados; las 3.456 entradas de la grada Carlos Sainz se agotaron en sólo una hora. Y Fernando Alonso, aunque no son los años de la famosa ‘marea azul’ y su Alpine limita sus posibilidades en carrera, sigue siendo un polo de atracción espectacular.
Y esto se ha notado incluso en la audiencia televisiva. Sólo en Telecinco hubo 1.725.000 espectadores, algo menos que el año pasado –aunque la cuota de pantalla fue superior y por encima del 15,4%– a los que hay que sumar los habituales de Movistar y DAZN. Hay que tener en cuenta que el año pasado se estaba en plena pandemia, que los aficionados no pudieron asistir de forma presencial al Gran Premio… y que había ciertas limitaciones de movilidad y aforo, incluso de las playas.
No está muy lejos de las cifras de 2007, pero tampoco se podía alcanzar aquella cifra porque en la actualidad el Circuit tiene menos aforo. Alguna de las tribunas provisionales que en su día estaban de forma permanente en la instalación ya no están; en otros lugares las remodelaciones, la ganancia de espacio para chicanes y escapatorias, han obligado a sacrificar algunas plazas.
Con todo, el Circuit pudo colgar el cartel de ‘No hay localidades’ con notable antelación a la fecha del evento y reaccionó ampliando la capacidad prevista inicialmente en unas 10.000 plazas… que se agotaron rápidamente conforme se pusieron a la venta.
Durante los cuatro días del evento –el jueves a última hora de la tarde hubo una visita al Pit-Lane que congregó a casi 7.000 aficionados– la asistencia total fue de 277.836 aficionados, por debajo de los 340.000.
Un detalle importante. Por vez primera en muchos años, la presencia de aficionados españoles plantó cara a los aficionados extranjeros. Es posible que la rapidez con la que se agotaron las entradas haya influido.
