La F1 no ha corrido en China desde 2019 debido a las restricciones de viaje impuestas por el país asiático, que continúa con una política de Covid cero que recientemente ha provocado protestas en varias ciudades importantes.
El Gran Premio de China figuraba en el calendario de 2023 para el 16 de abril, pero siempre estuvo condicionado a que las restricciones se suavizaran a tiempo para que la F1 pudiera entrar en el país y celebrar la carrera sin problemas.
En un comunicado emitido el viernes, la F1 anunció que el GP de China no se llevará a cabo el próximo año, pero confirmó que está evaluando otras opciones como reemplazo.
«La Fórmula 1 puede confirmar, tras el diálogo con el promotor y las autoridades pertinentes, que el Gran Premio de China de 2023 no se celebrará debido a las continuas dificultades que presenta la situación del COVID-19», rezaba el comunicado.
«La Fórmula 1 está evaluando opciones alternativas para reemplazar el espacio en el calendario de 2023 y proporcionará una actualización sobre esto a su debido tiempo».
La cancelación de China deja un hueco de cuatro semanas en el calendario entre el Gran Premio de Australia, el 2 de abril, y el de Azerbaiyán, el 30 de abril.
La F1 esperaba adelantar el Gran Premio de Azerbaiyán para reducir la diferencia, pero los responsables de Bakú insistieron en mantener la fecha acordada en el calendario durante las conversaciones con el jefe de la F1, Stefano Domenicali.
Esto ha dejado a la F1 buscando otras carreras que podrían unirse al calendario en sustitución de China, lo que mantendría el calendario en su máximo de 24 eventos el próximo año.
Una opción podría ser el regreso a Portimao, que recibió el Gran Premio de Portugal como carrera suplente en 2020 y 2021 cuando la pandemia de Covid-19 obligó a cancelar el calendario de forma generalizada.
Pero aún no se ha tomado ninguna decisión en firme y no se prevé hasta dentro de unas semanas, ya que otros circuitos también están interesados en ocupar ese lugar. Aunque es probable que sea una carrera europea la que ocupe el espacio, uno de los retos a los que se enfrenta la F1 es la organización de los viajes del material entre Australia y Azerbaiyán, y los diversos costos que ello conlleva.
