Pese a que Mercedes ha dominado prácticamente a placer la era híbrida de la Fórmula 1, no siempre ha sido el equipo en ojos de todos. Ferrari provocó la desesperación tanto en Mercedes como en Red Bull, que no acaban de entender cómo su motor podía sacar tanta potencia.
Motor Ferrari, de referente a desastre
Las investigaciones de los rivales solo dejaban una ilegalidad como posibilidad, pero la FIA les aseguraba una y otra vez que todo era correcto. Tanto Mercedes como Red Bull sabían en qué parte les ganaba tiempo Ferrari, y simplemente no era posible, por eso fueron acotando las preguntas a la FIA a base de pedir aclaraciones.
Red Bull tuvo que pedir incesantes aclaraciones, cada vez más específicas, para que la FIA acabase percibiendo que algo no estaba bien. Los de la bebida energética parecían conscientes de qué estaban haciendo en Maranello, como si fuese una posibilidad que ellos ya habían estudiado y descartado.
Y ahí acabó todo. La FIA puso el foco en la gestión de combustible, en sus flujos, en que no sobrepasase los límites en ningún momento, y no solo cuando el sensor “buscaba”, y el rendimiento de Ferrari se apagó. El motor de 2019 nunca fue el mismo. De ahí al acuerdo opaco revelado durante la pretemporada de 2020 que enfadó a tanta gente por el cual nunca se sabrá qué estaban haciendo en Ferrari exactamente, y un Ferrari siendo el peor motor durante todo 2020.
Pero 2021 es un año nuevo y los ingenieros de Maranello han tenido mucho tiempo para trabajar en una nueva vía que les permita volver a recuperar el rendimiento perdido. Y de cierta manera, lo han hecho. El motor Ferrari de Carlos Sainz y Charles Leclerc parecía estar a la altura, con el resto, sin mostrar el déficit de 2020, pero también sin la superioridad de 2019.
Línea ascendente
En esta línea está Mattia Binotto, que no dudó en mostrar su satisfacción con el paso dado, pero avisando precisamente de que hay que trabajar. “Creo que todavía nos falta motor, menos que antes, ciertamente, así que la brecha se ha cerrado y creo que estamos recuperando”.
Sin embargo, en Ferrari no se muestran excesivamente preocupados, conscientes de que en 2022 darán otro gran paso adelante cuando introduzcan un motor con una filosofía más parecida a la de Mercedes, con el turbo dividido y que coincidirá con la congelación total de los motores hasta la nueva normativa. “Con suerte, para el año que viene, cuando volvamos a tener una nueva unidad de potencia, podremos ponernos al día en relación a los demás.”, concluyó Binotto.