Carlos Sainz no pudo beber con normalidad durante la carrera porque su sistema de bebida falló. Un inconveniente que hizo todavía más desafiante su domingo, una jornada en la que vimos a los pilotos exhaustos tras la carrera. Además, Carlos seguía con el cuello resentido del accidente que tuvo el viernes.
Carlos Sainz tuvo problemas con su sistema de bebida en el domingo más físico del año. Los pilotos se enfrentaron a altas temperaturas, que les dejaron exhaustos tras la carrera.
Además del reto que supuso correr en un circuito nuevo, el piloto de Ferrari tuvo dos desafíos añadidos: correr con el cuello todavía dolorido de su accidente del viernes y no poder beber en una carrera tan exigente. Su sistema de bebida falló, según reveló el reportero de Sky Sports Ted Kravitz.
«Carlos Sainz tuvo una parada lenta en la vuelta 26, pero consiguió mantenerse por delante de Sergio Pérez porque Pérez tuvo un problema con el motor», ha destacado Kravitz en su sección posterior a cada Gran Premio.
«Gran batalla, pero al final logró mantenerlo detrás para acabar en tercera posición. No tuvo bebida, el sistema de bebida no funcionaba y se sintió muy deshidratado y necesitó que Rupert, su fisioterapeuta, le asistiera en el prepodio», ha revelado Kravitz.
«No hubo más que pudiera hacer más que acercarse a Sergio Pérez, pero termina en el podio, que está bien», ha expresado Kravitz.
El propio Carlos reconoce que no estaba al 100%. «He estado mejor. Obviamente tras el accidente del viernes, todavía tenía algo de dolor en el cuello de cara a la carrera, pero tuve que gestionarlo y abrirme camino con él», ha comentado Carlos en declaraciones que publica el portal web Planet F1.
«No me sentía al 100%, pero quizás fue también el hecho de que no había corrido las últimas dos carreras. El cuello también siente eso y por una combinación de esas dos cosas quizás pagué un poco el precio y en algunas partes de la carrera, no podía empujar al 100%», ha compartido el madrileño para cerrar.
