¿Y que pasará mañana? Cristina Gutiérrez seguro que debía hacerse esta pregunta en el vivac ayer al terminar la tercera etapa del Dakar en la que perdió una hora y 24 minutos con respecto a su compañero Seth Quintero, el hombre más rápido de la categoría T3.
«Otro no muy buen día para nosotros. Se nos ha roto el diferencial trasero a mitad de la etapa. Hemos ido tirando como podíamos sólo con tracción en las ruedas delanteras, sobreviviendo en los cordones de dunas del día y siempre teniendo cuidado para no romper el diferencial delantero ya que podíamos quedarnos fuera de carrera», ha explicado Cristina.
El problema surgió en el kilómetro 165, pero afortunadamente la etapa se había acortado debido a las lluvias y sólo tuvo que lidíar con el problema unos 90 kilómetros.
Gracias a sus dos primeras etapas, Cristina es aún sexta de la categoría y, de hecho, es la única superviviente del equipo. Si Cristina está a poco más de dos horas de la cabeza, el rápido Quintero está a 16 horas y Andreas Mikkelsen, aún más lejos, mientras que Grégoire De Mévius está prácticamente fuera de carrera.
Hay un argot en las carreras que dice que las prestaciones dan Poles y la fiabilidad, victorias… aunque hay quien sostiene que es más fácil hacer fiable un coche rápido que conseguir que un coche fiable vaya deprisa. En cualquier caso, los prototipos ligeros OT3 de Overdrive parece que tienen un punto débil claro: la transmisión.
«En tres días todos los coches del equipo han tenido el mismo problema. Esperemos que se encuentre una solución porque esto nos está machacando«, ha insistido Cristina.
La burgalesa está decepcionada porque no ha habido un día sin problemas. «En la segunda etapa rompimos el embrague a los 10 kilómetros de etapa y por si fuera poco, pinchamos y se rompió un soporte del gato y el primer día tuvo problemas de dirección», ha expresado Gutiérrez para cerrar.
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