A medida que el mundo avanza hacia una movilidad más limpia, los autos eléctricos (EV) se han convertido en protagonistas del debate automotriz. Sin embargo, su adopción todavía enfrenta un obstáculo tan poderoso como la falta de infraestructura: los mitos. En muchos casos, la desinformación frena la decisión de compra o genera desconfianza en una tecnología que, en realidad, ya está bastante madura.
1. “Los autos eléctricos no tienen potencia”
Este mito se desmorona apenas uno pisa el acelerador. Los motores eléctricos entregan el torque de manera instantánea, lo que se traduce en una aceleración más rápida y fluida que la de muchos autos a combustión. Modelos como el Tesla Model 3 o el Porsche Taycan han demostrado que potencia y sostenibilidad pueden coexistir sin problemas.
2. “Las baterías duran poco y son muy caras”
Si bien el costo de las baterías fue alto en los inicios, la tecnología ha avanzado a pasos agigantados. Hoy, una batería puede durar entre 8 y 15 años, dependiendo del uso y mantenimiento. Además, los fabricantes ofrecen garantías que cubren gran parte de ese tiempo. El precio también ha caído drásticamente en la última década, lo que está haciendo más accesibles los autos eléctricos.
3. “No hay suficientes cargadores”
Es cierto que la infraestructura de carga sigue en desarrollo, sobre todo en países como el Perú. Sin embargo, las redes de carga pública crecen cada año, y muchos usuarios descubren que pueden recargar sus vehículos en casa durante la noche. En ciudades más avanzadas, los cargadores rápidos permiten obtener el 80 % de batería en apenas 30 minutos.
4. “La fabricación de baterías contamina más que un auto a gasolina”
Si bien la producción inicial de un EV puede generar más emisiones debido a la batería, su uso diario compensa ampliamente ese impacto. Según estudios internacionales, un auto eléctrico reduce hasta un 70 % de las emisiones totales frente a un vehículo a combustión a lo largo de su vida útil. Además, las baterías están empezando a reciclarse, abriendo un nuevo mercado de economía circular.
5. “No sirven para viajes largos”
La autonomía de los EV actuales supera fácilmente los 400 o 500 kilómetros por carga, más que suficiente para la mayoría de trayectos. Además, la expansión de las redes de carga rápida en rutas interurbanas está eliminando este temor. El viaje eléctrico es cada vez más posible y, en muchos casos, más económico.
El verdadero desafío: cambiar la mentalidad
Los mitos alrededor de los autos eléctricos no son más que un reflejo del miedo al cambio. Pero así como en su momento se dudó del motor a gasolina o del automóvil mismo frente al caballo, la historia demuestra que la innovación siempre termina imponiéndose.
En un contexto donde el planeta exige reducir emisiones y apostar por energías limpias, los autos eléctricos ya no son el futuro: son el presente que muchos aún se resisten a aceptar.
