El Porsche 911 Turbo S hace su debut como un vehículo eléctrico, adoptado un potente tren motriz híbrido. Los cambios mecánicos no solo le significaron dar el paso a la electrificación, sino que también le sirvieron para convertirse en el modelo más rápido de su clase. Capacidades que ya fueron puestas a prueba en Nürburgring con resultados reveladores.
Las novedades hacen parte de la actualización 2026 del 911 Turbo S, la cual se centró, evidentemente, en el sistema de propulsión, sumando algunos detalles de diseño únicos en su interior. Las mejoras también trajeron consigo un aumento significativo de los precios aplicados a ambas versiones, Coupé y Cabriolet, que se beneficiaron de la electrificación.
Entrando en los detalles mecánicos, el nuevo Porsche 911 Turbo S Hybrid usa como base el ya conocido motor boxer de 3.6 litros, una batería de alto voltaje de 1,9 kWh y un motor eléctrico integrado en la transmisión de ocho velocidades y doble embrague. A lo anterior hay que sumar, como componente importante, dos nuevos turbocompresores «eTurbo».
Porsche 911 Turbo S Hybrid: cifras de potencia y prestaciones
La magia de esta nueva fórmula de propulsión híbrida se traduce en una potencia de 701 caballos y hasta 799 Nm de torque, mejorando la respuesta del motor y representando un aumento de las cifras respecto al 911 Turbo S tradicional. Además, dicha potencia se envía a las cuatro ruedas a través del sistema de tracción total «Porsche Traction Management».
Las prestaciones son igual de destacadas, ofreciendo una aceleración de 0 a 100 km/h en solo 2,4 segundos mejorando en 0,2 segundos cuando se activa la función «Launch Control». Mientras tanto, la velocidad máxima es de 320 km/h, lo que en este caso es 8 km/h menos que el modelo de gasolina, aunque teniendo en cuenta que su peso aumentó 82 kg hasta los 1.736 kg.
Porsche no solo se quedó en la teoría, sino que puso a prueba al 911 Turbo S Hybrid en el ‘templo’ de Nürburgring, donde logró dar una vuelta completa en 7:03.92, lo que se traduce en que fue 14 segundos más rápido que el modelo no híbrido. Para lograrlo se respaldó en el sistema Porsche Dynamic Chassis Control que mejora la estabilidad del vehículo y reduce el balanceo.
Más novedades en la versión híbrida
Otros de los elementos añadidos que aportan al destacado rendimiento de esta nueva versión híbrida, son por ejemplo, frenos cerámicos y neumáticos especiales. También se incorporaron aletas de refrigeración verticales, un difusor activo y un alerón trasero extensible, útiles para mejorar la refrigeración y reducir la resistencia aerodinámica del vehículo.
El interior del Porsche 911 Turbo S tiene su propia personalidad con inserciones de fibra de carbono y acabados en el color exclusivo «Turbonite», en el volante, el cuadro de instrumentos, la consola central y los cinturones de seguridad. Su configuración 2+2 y el tapizado «Race-Tex» del techo refuerzan su carácter deportivo y esencia audaz.
